Llegué al retiro carente de expectativas, con la ilusión de vivir una experiencia única en un entorno excepcional, y de repente, casi de manera inesperada me embarqué en un viaje, ese viaje que tantas veces había leído en otros testimonios y que para mí era totalmente desconocido. Según pasaban las horas nos íbamos abriendo camino hacia lo más profundo del YO, descubriendo el poder del pensamiento, entendiendo el sentido del presente. La sutileza con la que Helmar nos iba conduciendo hasta hacernos \»caer en la cuenta\» me pareció simplemente excepcional. La generosidad del grupo me hizo sentir la belleza desde otros puntos de vista, y la sensación de libertad que experimenté fue realmente inexplicable. Una experiencia de lo más bonita. Gracias Helmar por enseñarme el camino a casa, gracias por ese verano invencible.