Regresé porque sabía que había descubierto algo importante en mí la primera vez y que necesitaba, seguir profundizando. Algo me decía que aquello iba mucho más allá de lo que había visto/sentido/comprendido en el primer Clearness. El primer Clearness fue tan impactante y tan revelador que necesitaba posar en mí.
Identificar el pensamiento con uno mismo no sólo es equivocado, limitador y agotador, es ceguera, es perderte a ti mismo y al mundo. Lo que hay detrás de las trabas es inexplicable, no es en absoluto un espacio vacío. No es simplemente calmar la mente, lo que ya es mucho para cualquiera e inimaginable para muchos de los que acudimos al Clearness. Muy al contrario, es un espacio donde cabe todo y caben todos, con nuevos colores, nuevas sensaciones. Lleno de energía, de posibilidades, de luz. Desde ahí me SÉ capaz de cualquier cosa.