Al inicio, en mis retiros, muestro una escena de la película Forrest Gump. Aparece sentado en un banco y de, repente, sin más motivos que el propio impulso incondicionado que surge del momento, decide correr. Y corre y corre y corre…. Y con la misma impronta que inicia el movimiento, de repente, en medio de la nada, en los confines de una carretera en Arizona tras 3 años. 2 meses, 14 días y 16 horas corriendo, se para. Simplemente decide parar. La voluntad, en cada momento, está a su servicio
En su curiosa travesía, la popularidad de Forrest Gump crece como la espuma a medida que va recorriendo los Estados Unidos de este a oeste. Multitud de personas que se cruzan con él, con mucha curiosidad y sorpresa, le interpelan tratando de encontrar un sentido en lo que hace. No comprenden que el sentido de Forrest no es más que un dejarse desplegar, vivir y experimentar lo que “requiere” el momento.
Para Forrest Gump no hay motivo más que el impulso del momento.
Este entrañable personaje con su leve discapacidad suscita, no obstante, un inmenso atractivo porque es LIBRE. No está condicionado por su pasado, por el futuro, las circunstancias o por su auto-imagen. Simplemente ES en cada momento. No hay trabas que interfieran en su acción. “Just Do it” en su sentido más directo.
En una primera aproximación podríamos pensar que libertad significa hacer lo que uno quiera en cada momento. (¿Te acuerdas cuando eras niño que querías ser mayor para hacer lo que quisieras? ¿Cómo lo llevas?)
Profundizando un poco más podemos ver que la libertad se puede entender como NO RESISTENCIA al momento presente. Sufrimiento sin resistencia es felicidad. Es la libertad PLENA, sin fisuras, que deviene en el fluir en la Gran Voluntad de vida que se despliega en cada momento. En cierto modo es la libertad que surge del fluir \\\»en\\\» uno mismo. (Porque realmente no hay separación entre la vida y uno mismo. La vida solo se despliega en los confines de la consciencia que la experimenta. Dicho de otro modo, no \\\»vives\\\» en el mundo, sino el mundo \\\»vive\\\» en ti. No \\\»vives\\\» en el cuerpo, sino el cuerpo \\\»vive\\\» en ti).
Si nos adentramos incluso un poco más en la “madriguera”, vemos que Forrest Gump realmente es una contracción temporal de TOM HANKS. Nada más. Por tanto la LIBERTAD, en un tercer nivel, en un sentido mucho más profundo y menos aparente, deviene de la comprensión de nuestra auténtica identidad. Continuamente nos vemos atrapados en la ilusión de nuestra falsa identidad (EGO) que requiere y fagocita nuestra atención e intención. Al igual que el personaje de Tom Hanks, Forrest Gump no es libre en cuanto es una ilusión proyectada en un momento determinado y tan efímera como una ola que aparece y vuelve a disolverse en el mar.